Descubriendo el Funchal de las montañas.
Podrían comenzar la ruta por Funchal partiendo de la zona donde se encuentran gran parte de los hoteles, al oeste de la ciudad, e ir caminando por la Estrada Monumental y en un momento dado continuar por la Avenida do Infante hasta el Parque de Santa Catarina, que posee plantas y árboles de todo el mundo; además, desde allí, puede disfrutar de unas bonitas vistas de la bahía de Funchal y de su anfiteatro.
Después, pueden continuar por la Avenida Arriaga en donde pueden hacer diferentes paradas: en elTeatro Municipal Baltazar Dias, en el Jardim Municipal y en el Old Blandy Wine Lodge. En este último podrán degustar unos vinos de Madeira.
Si continúan por la Avenida Zarco, se encontrarán con la Sé Catedral de Funchal, una maravilla mezcla de estilos (Manuelino, flamenco e hispánico-gótico) que destaca sobre todo por su techo de estilo mudéjar. Después, pueden atravesar el centro de Funchal por la Rua do Aljube, donde están las típicas floristas con sus trajes típicos que venden bellas flores que abundan en la isla de Madeira, como es el caso de la Estrelicia, con sus colores morado, naranja y amarillo. Y continúen por la Rua Fernanão de Ornelas hasta el Mercado dos Lavradores, lleno de animación casi todos los días de la semana, que destaca por su interesante arquitectura de los años 40 y el colorido de sus productos.
La zona vieja de Funchal.
A continuación, es un buen momento para dirigirse hacia el Zona Vieja por la Rua de Santa María, donde está el Núcleo Histórico de Santa María. Allí pueden visitar muchos monumentos como museos: el Museo Casa da Luz/Museo da Electricidade, el Museo Sala de Trofeos del C.S. Marítimo y el Museo de Arte Contemporáneo de Funchal. Algunas iglesias: la Capela do Corpo Santo, la Iglesia do Socorro, la Capela da Boa Viagem o el Passo da Procissão.
Además, hay otros lugares de interés: los restos de la Antigua Muralla, situados entre el Forte de São Tiago y el restaurante «A Muralha»; el Jardin y el Teleférico Almirante Reis; la playa de São Tiago; la playa da Barreirinha, situada al este de la Fortaleza de São Tiago, debajo de la Iglesia del Socorro; un ejemplar de Casa Típica de Madeira, situada en la Rua de Santa Maria nº 168-170, que reúne características arquitectónicas predominantes en la zona (el balcón, techos de estuco…); el Mercado dos Lavradores; una puerta Manuelina, situada en la Rua dos Barreiros nº 31; el Madeira Story Centre; o el Medalhão de João Abreu Nunes, un medallón realizado en bronce por el escultor Ricardo Velosa, homenaje de la población local al secretario regional de Turismo y cultura, y periodista y escritor que apoyó la preservación de la zona.
El barrio de Monte.
Es un buen momento para ir a comer a un restaurante, donde podrán degustar la deliciosa gastronomía tradicional de Madeira y reponer fuerzas antes de ir al Monte para el que tienen que coger el teleférico que se encuentra en el Campo Almirante Reis, y que les subirá en unos 15 minutos. El Monte es una localidad que se encuentra a 9 kilómetros del centro de Funchal y se encuentra a 550 m. por encima del nivel del mar. Vale la pena visitarlo por las magníficas vistas del anfiteatro y de la bahía de Funchal. Pero también por las bellas quintas, los exuberantes Jardines Monte Palace y la Iglesia de Nossa Senhora do Monte, con sus dos torres que se ven desde el mar y que servía de punto de referencia para los marineros. En ella se celebran en agosto las fiestas patronales de Madeira.
Los Jardines Monte Palace poseen una rica colección de plantas exóticas que se dan muy bien en la isla de Madeira debido a las condiciones excepcionales de su clima. Entre las especies de plantas que encontramos están: las Azaleas y las Orquideas del Himalaya o las «Proteas» de Africa del Sur. Además, hay una impresionante colección de arte de varios países y de diferentes estilos. Hay un lago con cisnes de diferentes orígenes.
Destacan los bellísimos jardines orientales en los que hay una gran colección de paneles de azulejos a lo largo de los paseos y entre la vegetación, considerada una de las más importantes de Portugal después de la del Museo Nacional del Azulejo. Posee azulejos hispano-mudéjares de los siglos XV y XVI.
Puede regresar e Funchal en teleférico o en los famosos Carros de Cesto, el medio de transporte más típico y curioso de Madeira.