Naturaleza

Impresionantes acantilados de la costa norte de Madeira.

Madeira se define por su naturaleza impresionante, su exuberante y variada vegetación de características tropicales y mediterráneas que conforma un mosaico vegetal de gran riqueza y diversidad. Y, además, por un bosque de gran importancia, el bosque de Laurisilva, declarado Patrimonio Natural Mundial por la UNESCO, por ser uno de los pocos que remontan al Período Terciario y que, en las últimas glaciaciones se redujo a la región biogeográfica de Macaronesia, al igual que las Islas Canarias, las Islas Azores y Cabo Verde. Está incluido en el Parque Natural de Madeira y tiene el estatuto máximo de Reserva Integral.

La isla de Madeira es uno de los lugares del mundo con mayor índice de fitodiversidad, es decir, que tiene una de la más importante diversidad de plantas por km2. Incluso, algunos investigadores consideran que rivaliza en biodiversidad con alguna de las regiones de la Amazonia. Dentro de esta riqueza natural, se encuentra un importante abanico de plantas exóticas que proceden de muchas partes del mundo y que se han adaptado perfectamente al mediombiente de Madeira.

Además, otro de los elementos que hace de las islas de Madeira y Porto Santo un auténtico paraíso natural es que la mayoría del territorio está clasificado como reserva natural. Concretamente, de los 741 km2 de la isla, dos tercios son reservas naturales.

Parque Natural da Madeira

Estas reservas naturales están dentro del Parque Natural de Madeira, que fue creado en el año 1982 para preservar y proteger el vasto patrimonio natural que posee el archipiélago. Fue clasificado como Reserva Biogenética por su flora y la fauna únicas, y dentro de él, además de reservas naturales hay zonas protegidas y zonas de recreo. En el Parque Natural de Madeira se encuentra el Macizo montañoso Central, que comprende un área de 3912 hectáreas y engloba las cotas más altas de Madeira, por encima de los 1400 metros, que presentan habitats naturales específicos. Abarca toda la cordillera central, que divide la isla e dos laderas, la sur y la norte. Dentro del Parque Natural de Madeira se ha designado como Reserva Geológica y de Vegetación de altitud.

En la zona oriental del Macizo Central destaca el Pico Ruivo, la montaña más alta de Madeira, con 1862 metros de altitud, a la que se llega a través de Achada do Teixeira en Santana y Pico do Arieiro. Y en la zona occidental está la meseta de Paúl da Serra, a 1500 metros sobre el nivel del mar, desde donde hay unas vistas impresionantes. De Paúl da Serra parten muchas de las rutas de senderismo, como Risco, 25 Fontes, Rabaçal, Lombo do Mouro, Ribeira do Alecrim y Bica da Cana. Todos ellas atraviesan el famoso Bosque de Laurisilva, una auténtica reliquia natural.

Vista impresionante de la montaña más alta de la Isla de Madeira de 1862 m., desde el Pico Arrieiro (1818m.).

Así pues, el Bosque de Laurisilva se encuentra dentro del Parque Natural de Madeira y es considerado Patrimonio de la Humanidad. Su origen se remonta a la Era Terciaria y había estado presente en vastas extensiones del continente europeo. El Bosque de Laurisilva ocupaba gran parte de la isla. En la vertiente norte, llegaba casi hasta el nivel del mar (hasta los 100 metros) y alcanzaba las zonas de las cumbres (hasta unos 1.300 metros de altitud). A mayor altitud (hasta los 1861 metros de la cima de la isla) se encontraba vegetación de alta montaña donde había una gran cantidad de elementos endémicos.

Actualmente, si visitamos áreas como Faja da Nogueira, Caldeirão Verde – Caldeirão do Inferno, Ribeiro Frio-Portela o Encumeada a través de las famosas levadas o canales de agua, podremos trasladarnos a otro tiempo y contemplar la auténtica laurisilva macaronésica.

Al este del Parque Natural está la Ponta de São Lourenço, una península con un paisaje diferente, mucho más llano y árido, casi sin árboles, pero con varias plantas endémicas. Sin embargo, desde allí se puede disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes del océano Atlántico, además de las vistosas formaciones de roca volcánica. En la parte baja de la Ponta de São Lourenço, hay una playa de arena negra llamada Prainha. El Parque Natural de Madeira es, en definitiva, un auténtico paraíso para los científicos, pero también todo un espectáculo natural que atrae a miles de turistas todos los años.

Reservas del Parque Natural de Madeira

Entre las reservas naturales del Parque Natural de Madeira se encuentran los de las islas inhabitadas del archipiélago: las Islas Desertas y las Islas Selvagens; reservas de la isla de Madeira; la de Garajau, la de Rocha do Navío; y la Red de Áreas Marinas de Porto Santo.

Reserva Natural de las Islas Selvagens

En el archipiélago de Madeira, sobre todo en las Islas Selvagens, se puede ver la Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) que vienen a anidar.

Las Ilhas Selvagens, situadas a 250 km al sur de Madeira, están formadas por dos grupos de pequeñas islas, la Selvagem Grande y la Selvagem Pequeña, y 16 islotes. La Reserva Natural das Ilhas Selvagens es una de las reservas naturales más antiguas de Portugal; se creó en 1971.

Diez de las noventa especies de la flora de las Ilhas Selvagens, son endémicas debido a que tanto en la Selvagem Pequena como en el Ilhéu de Fora nunca se introdujeron hervívoros. Los amantes de la ornitología tienen en estas islas un espacio de observación único, ya que muchas de las aves marinas anidan en ellas.

Reserva Natural de las Islas Desertas

La Reserva Natural de las Ilhas Desertas, que se encuentran a 25 km al sureste de Madeira, se creó en 1992 para que existiera un refugio para la foca más rara del mundo, la Foca Monge. De hecho, para la preservación de esta Reserva, clasificada como Reserva Biogenética por el Consejo de Europa, se han tomado varias medidas. Se prohibe la pesca submarina y la navegación en la parte sur de la Reserva, y para visitar la Deserta Grande o fondear hay que obtener un permiso de los Servicios del Parque Natural de Madeira.

Reserva Natural Parcial do Garajau

Esta hermosa reserva marina, que data del año 1986, se encuentra situada en la costa sur de la Isla de Madeira. En ella puede observarse una gran variedad de peces como el mero, la manta o la manta raya, muy vistosos y apreciados por los turistas que vienen a practicar el buceo y que disfrutan nadando entre ellos y haciendo fotografías. Por supuesto, está prohibida la pesca, y la navegación está bastante limitada.

Reserva Natural da Rocha do Navio

La Reserva Natural da Rocha do Navio es el hábitat potencial de la Foca Monje o Lobo marino y también de plantas propias de los acantilados naturales macaronésicos. Está prohibida la caza submarina, así como el uso de redes, pero se puede hacer submarinismo. Para llegar a la Reserva Natural da Rocha do Navio hay llegar al Miradouro da Rocha y coger el teleférico o atravesar una vereda escarpada.

Red de Areas Marinas Protegidas de Porto Santo

La Isla de Porto Santo atrae a cientos de amantes del submarinismo que vienen a visitar el navío hundido O Madeirense.

La Red de Areas Marinas Protegidas de Porto Santo está formada por la parte terrestre de los seis islotes que rodean la Isla de Porto Santo: Islote das Cenouras, el de Baixo o de la Cal, el de Cima o de los Dragoeiros (también conocido por Ilhéu do Farol), el de Fora o Rocha do Nordeste, el de la Fonte o Fonte da Areia y el de Ferro. Esta zona constituida por los seis islotes es Zona Especial de Conservación, que forma pare de la Red Natura 2000. La Red de Areas Marinas protegidas de Porto Santo también está formada por la parte marina que rodea al Islote da Cal y al Islote de Cima, además de la zona donde se encuentra hundido el navío O Madeirense.

En los islotes, que tienen una apariencia más bien inhóspita, hay un importante Patrimonio Natural que es necesario conservar, como su vegetación que tiene importantes vestigios de la flora costera de Macaronesia, y su fauna marina, de gran diversidad. Además, son importantes lugares de anidación de las aves marinas. Por otra parte, los turistas que practican el submarinismo están de enhorabuena, puesto que la zona donde se hundió el navío O Madeirense, es de gran interés.

Les animamos pues a visitar Madeira para conocer estos increíbles paisajes naturales, el majestuoso bosque de Laurisilva, la riqueza vegetal y las bellas reservas naturales que, unido a los impresionantes acantilados, harán que su viaje esté lleno de instantáneas espectaculares y de gran belleza que quedarán inmortalizadas en su cámara y en su retina.

Mapa y plano de Madeira